El líder conservador Karl Nehammer anuncia su renuncia tras no lograr un acuerdo con el Partido Socialdemócrata (SPÖ) para formar un Ejecutivo que excluyera a la ultraderecha.
La deuda pública, que supera el 110% del PIB, sigue siendo una espada de Damocles. Aunque el Gobierno ha reducido el déficit fiscal, este avance es frágil.